sábado, 5 de noviembre de 2011

Inicios y período clásico de la literatura japonesa


INICIOS:

La transición de la antigua poesía oral a la nueva literatura escrita está representada por el Kojiki (712) y el Nihonshoki (720). Las dos obras están vinculadas al objetivo político de construir un país regido por un poder central y de entroncar las familias imperiales con las deidades del Japón antiguo, reuniendo datos históricos y tradicionales del linaje imperial y dejar una única historia para los descendientes. El Kojiki surgió del esfuerzo del Emperador Tenmu por recopilar las narraciones orales del kataribe Hieda no Are, mientras que Nihonshoki fue encargado por la emperatriz Gensho, un intento de resumir la historia de Japón en treinta tomos.

PERÍODO CLÁSICO:

La etapa clásica de la literatura japonesa se denomina período Heian (794-1186). En esta época, Japón demuestra un gran interés por la cultura china, que desde el siglo VI había moldeado de manera decisiva la cultura japonesa. En este período se comenzó a escribir con caracteres japoneses, ya que anteriormente se utilizaban los caracteres chinos. El período clásico refleja los valores del mundo de la corte. Durante el período Heian, tanto hombres como mujeres escriben. Las damas japonesas, desde el mundo cerrado de sus alcobas y mansiones, ofrecerán una rica obra literaria llena de sensibilidad. Las obras poéticas más representativas son el Kokinshu (colección de Poemas japoneses antiguos y modernos) antología ordenada por el emperador Daigo en 905. Esta antología, representa la elevación a obra artística el waka o canción japonesa, y con ello, la reivindicación nacional y la afirmación de la identidad japonesa tras siglos de influencia china. El Kokinshu constituirá una especie de canon del clasicismo japonés. Junto al Kokinshu existieron otras antologías imperiales: Gosennshu (colección escogida posteriormente) y el Shuyshu (colección de fragmentos reunidos). Estas tres antologías constituyen el Sanndayshu (colección de los tres reinos), es decir Daigo, Murakami y Kwazan.
En la prosa de la época Heian sobresalen los diarios privados (nikki) y libros de impresiones (shôshi), el relato poético (uta monogatari) y la novela lírica. En estos géneros tuvo especial importancia la literatura escrita por mujeres (Nyōbō Bungaku), en la que destaca la obra de Sei Shōnagon Makura no Sōshi (Libro de la almohada), escrita a principios del siglo XI, libro autobiográfico, que muestra muchos rasgos de la cultura japonesa de la época, como el ideal de belleza de hombres y mujeres entre la aristocracia japonesa. Otros diarios privados escritos por mujeres de la época son el Diario de una mujer efímera de Fujiwara (siglo X), elDiario de Sarashina (mediados del XI) y el Diario de una dama de honor del siglo XII.Bajo el nombre genérico de "monogatari" se inicia en el siglo X el género de relato breve escrito enkana. Entre los "uta monogatari" o narraciones con poemas intercalados encontramos los Ise Monogatari (Cantares de Ise) y los "Cantares del Yamato" (960). Los "tsukuri-monogatari" o relatos de ficción quedan representados por el "Taketori Monogatari" (Cuento del cortador de bambú).
La otra gran obra del periodo Heian, es el Genji Monogatari (La historia de Genji) de Murasaki Shikibu, aparecida en el año 1000. Se trata de un relato de más de 4000 páginas, que narra la historia del hijo de un mikado (emperador japonés) y que refleja los valores de la élite aristocrática del período Heian.Lejos del refinamiento estético del mundo de Genji, encontramos a la "otra" sociedad en el Konjaku Monogatarishū (cuentos de antaño), una recopilación de más de mil historias de China, la India y Japón. Estos manuscritos quedaron abandonados en un templo budista, hasta que fueron descubiertos en el siglo XVIII.

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